Oraciones Honestas (10 de Agosto)

“Angustiada está mi alma; ¿hasta cuándo, Señor, hasta cuándo?” Salmo 6:3 NTV

Algunos dirían que quejarnos con Dios es una falta de respeto y que deberíamos tener una mejor actitud a la hora de orar.

Sin embargo, estas palabras están en los Salmos, un libro diseñado para enseñarnos a orar.

El peligro de ocultar nuestros sentimientos “malos” de Dios es que en nuestra deshonestidad cortés le estamos ocultando justamente la parte nuestra que él quiere sanar.

Si los Salmos nos enseñan algo, es que Dios no se ofende con nuestros peores pensamientos y que se deleita en escuchar nuestros problemas y llevar nuestras cargas.

Tomá un tiempo para leer los Salmos y prestá atención a la forma en la que los autores presentan sus sentimientos a Dios. En el mismo Salmo vas a encontrar la ira y el gozo, la duda y la fe, la desilusión y la esperanza.

Si queremos orar como los autores de los Salmos, es hora de acercarnos a Dios con una honestidad total.

Y no te preocupes; antes de que abras la boca Dios ya sabe lo que estás pensando. Tu honestidad no le va a sorprender a Dios, pero tal vez traiga sanidad a tu corazón.

Aplicación

Hoy, en el tiempo que apartes para orar, contale a Dios todo lo que estás sintiendo. Lo bueno y lo malo. Al abrirte con Dios vas a hacer espacio para que te traiga sanidad y libertad.

Oración

Señor, me presento delante tuyo tal como soy, no escondiendo nada. Saná las peores partes de mí. En tu nombre; amén.