Perdiendo Seguidores (13 de Julio)
“Entonces los discípulos de Juan fueron a decirle: ‘Rabí, el hombre que estaba contigo al otro lado del río Jordán, a quien identificaste como el Mesías, también está bautizando a la gente. Y todos van a él en lugar de venir a nosotros.’” Juan 3:26 NTV
Juan “el Bautista,” el profeta que predicó en el desierto y a quien acudieron multitudes para ser bautizados, estaba perdiendo sus seguidores a Jesús. “Todos van a él”, se quejaron sus discípulos.
Juan simplemente respondió: “Nadie puede recibir nada a menos que Dios se lo conceda desde el cielo. Ustedes saben que les dije claramente: “Yo no soy el Mesías; estoy aquí solamente para prepararle el camino a él” (Juan 3:27-28 NTV).
Juan no estaba molesto por la pérdida de seguidores porque su ministerio nunca se trató de su propia fama. Fue aquel que Isaías dijo que iba a venir: “Una voz proclama: ‘Preparen en el desierto un camino para el Señor; enderecen en la estepa un sendero para nuestro Dios.’” (Isaías 40:3 NVI).
Ya que entendió su misión, Juan pudo hacer esta profunda declaración: “Él debe tener cada vez más importancia y yo, menos” (Juan 3:30 NTV).
Esto nos lleva a una pregunta crítica: ¿qué estamos tratando de lograr en esta vida? ¿Deseamos aumentar nuestra influencia, tener seguidores y hacer crecer nuestra fama? ¿O nuestro mayor objetivo es “preparar el camino” y ayudar a otros a conocer a Jesús?
La respuesta a esa pregunta marca toda la diferencia.
Aplicación
¿Qué es lo más importante para vos: ser conocido/a o dar a conocer a Jesús? Hoy, en el tiempo que apartes para orar, tomá un momento para responder honestamente a esa pregunta y meditar en Juan 3:30, que dice, “Él debe tener cada vez más importancia y yo, menos.” Pedile a Dios que te ayude a mantener una perspectiva sana en medio de un mundo obsesionado con la fama.
Oración
Jesús, ayudame a entender que esta vida no se trata de mí. La verdadera grandeza consiste en hacerte famoso a vos. En tu nombre; amén.