Alguien Me Dijo (4 de Junio)

“Lo que ha sido desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que hemos contemplado, lo que hemos tocado con las manos, esto les anunciamos respecto al Verbo que es vida.” 1 Juan 1:1 NVI

“Alguien me dijo…” no es suficiente para un juez. En un tribunal, el “testimonio de oídas” (algo que uno no vio con sus propios ojos) suele ser inadmisible y, por lo general, es una prueba muy débil.

Es una cosa escuchar acerca de Jesús y leer sobre su vida. Y es otra cosa conocerlo personalmente.

En su primera carta, Juan enfatiza que su proclamación acerca de Jesús no es información de segunda mano sino lo que él experimentó en carne propia.

¿Alguna vez tomaste el tiempo de meditar en las palabras de la Biblia y dejar que Dios te hablara a través de ellas?

En tiempos de oración, ¿alguna vez tomaste un momento para simplemente escuchar? ¿Para escuchar el “suave susurro” de Dios (1 Reyes 19:12) en el silencio?

Podemos conocer a Dios por nuestra cuenta. Recordá que él “recompensa a quienes lo buscan” (Hebreos 11:6).

No te conformes con rumores acerca de Jesús.

Aplicación

Hoy en el tiempo que apartes para leer la Biblia y orar, tomá un momento y decile a Dios: “Señor, acá estoy.” Quedate en silencio durante algunos minutos y creá un espacio donde Dios te pueda hablar.

Oración

Padre, el que habla en un suave susurro, quiero escuchar tu voz. Acá estoy. En tu nombre; amén.