Gracia y Verdad (4 de Marzo)

“Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.” Juan 1:14b NVI

Jesús provocó tanta controversia en su época en parte porque, siendo un líder religioso, se rodeaba de personas “sucias” como prostitutas y estafadores. De hecho fue conocido como un “amigo de recaudadores de impuestos y de pecadores” (Mateo 11:19 NVI).

A su vez, es llamativo que Jesús predicaba abiertamente acerca de una moralidad basada en las Escrituras. Enseñaba con claridad acerca de la sexualidad y la honestidad, sin embargo personas sexualmente inmorales e individuos deshonestos fueron atraídos a él de una forma casi inexplicable.

¿Cómo puede ser que estas personas no se sentían juzgadas por Jesús? La única explicación posible es que entendían sin lugar a dudas que más allá de sus errores Jesús les amaba con un amor verdadero.

Muchas personas piensan que para amar a las personas tenemos que excusar sus pecados como si no fueran gran cosa, pero ese no es el modelo que Jesús nos dejó. Él odiaba el pecado como algo que destruye a seres humanos creados a la imagen de Dios, y a la vez amaba tanto a cada persona que cruzó su camino que a pesar de sus errores sabía que le aceptaba tal como era.

Recordemos que no hace falta aprobar las acciones de alguien para aceptar a esa persona tal como es. Que nuestro amor sea tan verdadero que aun las personas “sucias” se sientan cómodas cuando están cerca nuestro. Con un amor así podremos transformar el mundo.

Aplicación

Tomá un momento hoy para reflexionar sobre el hecho que Jesús te ama y te acepta tal como sos, y pedile que te ayude a mostrar ese mismo amor a los demás. Podemos ser llenos de gracia y verdad, aceptando y amando a los demás sin “diluir” la verdad enseñada en la Biblia.

Oración

Jesús, ayudame a ser lleno/a de gracia y verdad, amando a las personas que me rodean con un amor verdadero que les acepta tal como son sin excusar sus errores. Quiero ser transformado/a por tu amor. En tu nombre; amén.