No Peques Más (7 de Marzo)
“Entonces Jesús se incorporó de nuevo y le dijo a la mujer: ‘¿Dónde están los que te acusaban? ¿Ni uno de ellos te condenó?’ ‘Ni uno, Señor,’ dijo ella. ‘Yo tampoco,’ le dijo Jesús. ‘Vete y no peques más.’” Juan 8:10-11 NTV
Como vimos en el devocional de ayer, la mujer en esta historia fue sorprendida en el acto de adulterio y arrastrada ante los pies de Jesús. Él respondió a los acusadores, “¡Muy bien, pero el que nunca haya pecado que tire la primera piedra!” De a uno todas las personas se fueron, dejando a la mujer a solas con Jesús. En vez de juzgarla Jesús la levantó del suelo y le aseguró que él tampoco la iba a condenar. Y después le dijo, “Vete y no peques más” (Juan 8:3-11 NTV).
“No peques más.” Quizás te parezcan palabras de juicio, pero si prestamos atención al contexto de la historia, no es así. Son palabras de esperanza.
La esperanza de que es posible cambiar. La esperanza de aprender a relacionarse de forma sana con las personas de nuevo. La esperanza de encontrar una relación donde haya amor verdadero y no solamente un escape de la realidad.
Es probable que esta mujer no creía que el cambio verdadero fuera posible. Cuando estamos en medio de un patrón de malas decisiones es típico sentirnos “atrapados” y sin salida. Pero Jesús viene y nos da estas palabras de esperanza: “Podés vivir una vida distinta.”
La voluntad de Dios es “buena, agradable y perfecta” (Romanos 12:2 NVI). El amor de Dios no solamente se trata de absolver nuestra condena sino de darnos la capacidad de vivir la vida que él soñó para nosotros.
El llamado a una vida santa (apartada para Dios) no es algo que nos limita sino algo que nos abre una multitud de nuevas posibilidades. Cuando Jesús nos dice, “Vete y no peques más,” eso significa que verdaderamente podemos dejar atrás el pasado y perseguir la vida abundante que él nos ofrece.
Aplicación
Hoy meditá en estas palabras de esperanza: “Vete y no peques más.” No son palabras de condenación sino que nos recuerdan que el cambio es posible y que Jesús nos da la capacidad de vivir su voluntad que es “buena, agradable y perfecta.”
Oración
Jesús, dame fe para creer que el cambio es posible. Ayudame a creer que mañana puede ser mejor que hoy y que tu voluntad es perfecta. En tu nombre, amén.