Amor en acción (30 de noviembre)

“Supongamos que un hermano o una hermana no tiene con qué vestirse y carece del alimento diario,  y uno de ustedes le dice: ‘Que le vaya bien; abríguese y coma hasta saciarse,’ pero no le da lo necesario para el cuerpo. ¿De qué servirá eso?” Santiago 2:15-16 NVI

Nos han hecho creer que el amor es sólo una emoción; algo que uno siente y que va y viene. Esa idea no podría estar más lejos de la verdad.

El amor puede ser el resultado de la atracción y suele ir acompañado por ciertas emociones, pero en su sentido más puro el amor es, simplemente, desear lo mejor para otra persona y tomar acciones concretas para avanzar su causa.

Juan 3:16 (NTV) dice, “Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.”

El amor que Dios tuvo por el mundo lo llevó a la acción. Dio a su hijo.

Como dice Santiago 2:15-16, podemos “sentir” amor por una persona y desearle lo mejor, pero si ese amor no nos lleva a tomar acciones prácticas para ayudarle, no es amor verdadero.

El amor verdadero siempre lleva a la acción.

Aplicación

Tomá un momento hoy para meditar en Santiago 2:15-16 y pensar en formas prácticas en las que podés mostrar amor a los que te rodean. Recordá que una forma sencilla de amar a los demás es “[hacer] a los demás todo lo que quieras que te hagan a ti” (Mateo 7:12 NTV).

Oración

Jesús, dame la valentía para amar a las personas de verdad. En tu nombre, amén.