Amor Inmerecido (13 de Marzo)
“Indignado, el hermano mayor se negó a entrar.” Lucas 15:28 NVI
El hijo pródigo (a quien conocimos en los últimos devocionales) había vuelto a casa, su padre lo había recibido con gozo y a pesar de sus graves errores todos estaban festejando la vuelta de este joven que “estaba muerto y ahora [había] vuelto a la vida; estaba perdido y ahora [había] sido encontrado” (Lucas 15:24 NTV).
Todos menos el hermano mayor, que durante todo ese tiempo que su hermano menor estuvo derrochando su herencia estaba en casa trabajando fielmente para su padre.
Lucas 15:28 (NVI) dice que cuando se enteró de que su hermano había vuelto y que estaban haciendo una fiesta para celebrarlo se indignó y “se negó a entrar.” Su padre salió a rogarle que viniera, pero el hermano no se dejaba convencer e insistió en quedarse afuera en la oscuridad mientras los demás disfrutaban de la fiesta.
Todos fuimos el “hijo pródigo” en algún momento, pero como pasó con el hermano mayor, puede llegar el momento cuando dentro de todo nos estamos portando bien y empezamos a pensar que quizás fueron nuestras buenas acciones las que nos consiguieron un lugar en la familia de Dios.
Es en ese lugar peligroso de creer que ganamos el amor de Dios con nuestra “buena conducta” que somos capaces de condenar a nuestros hermanos y hermanas que están recién volviendo a casa, destrozados y en necesidad de amor.
Nunca olvidemos las palabras de Jesús en Juan 13:34 (NVI): “Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros.”
Tal como hemos recibido el amor inmerecido de Jesús, también somos llamados a dar ese amor a otros. Aun (y especialmente) cuando no lo merecen.
Aplicación
Tomá un momento para reflexionar sobre las palabras de Jesús en Juan 13:34 y pedirle que te ayude a mostrar el mismo amor inmerecido que recibiste a otros. No olvides que vos tampoco merecías el amor de Jesús pero aun así te lo dio.
Oración
Jesús, si perdonaste lo inexcusable en mí, ¿cómo no voy a dar ese mismo amor a otros? Dame tu corazón para amar aun a los que no lo merecen. En tu nombre; amén.